31 jul 2011

Te fumas los sentimientos como quien se fuma un cigarrillo

¿He dicho sentimientos? Perdón, quería decir corazones.
Te los fumas en un par de caladas, antes de tirarlos al suelo y pisarlos, no sea que quede algo de vida en ellos.
El problema es que ese par de caladas las vives con mucha intensidad, como si cada una fuera la última y tuvieras que exprimir hasta el último rincón del corazón de turno, aprovechar hasta el más insignificante minuto que le quede, aún sabiendo exactamente cuándo y cómo acabará.
Y claro, desconciertas. Nadie se espera que después de tanta pasión acumulada en cada esquina de la calle y del cuerpo le cojan a uno del cuello del jersey y le estampen contra el suelo.

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